“ NOS
VAMOS DE EXCURSIÓN A CÁCERES “
LEYENDAS AL CALOR DE LA LUMBRE
A.- LA LEYENDA DE SAN JORGE.
Cuenta la leyenda que un
malvado dragón construyó su nido junto a la fuente de la que bebía toda la
ciudad. El dragón les dijo a los ciudadanos que si querían seguir cogiendo el
agua de la fuente le tenían que entregar cada día un niño. Los ciudadanos,
por miedo a que el dragón se enfureciera y los matara a todos aceptaron el
trato y decidieron elegir por sorteo a cada niño. Pero un día resultó elegida
la princesa de la ciudad. Su padre, el rey, suplicó y suplicó por la vida de su
hija, pero no sirvió de nada: su hijita sería entregada al monstruo como todos
los demás niños.
Cuando
la princesa estaba a punto de ser devorada por el dragón, apareció el valiente
soldado Jorge montando su caballo, se enfrentó al dragón, lo mató con su espada
y así salvó a la princesa.
De
regreso a la ciudad los ciudadanos recibieron a San Jorge con honores y el rey,
agradecido, le ofreció una gran fortuna, pero el santo la rechazó y le pidió al
rey que repartiera ese fabuloso tesoro entre los más pobres.
También
se cuenta que sucedió un milagro: de la sangre del dragón brotó un magnífico
rosal lleno de unas rosas rojas muy hermosas y de un olor extraordinario.
Por
eso es habitual regalar rosas por el día de San Jorge.
B.- “ LA PRINCESA
ENCANTADA DEL PALACIO DE LA VELETAS” ,
“ MANSABORÁ” o “ LEYENDA DEL PASADIZO DE LA MORA”
Corría
el año 1229, los cristianos habían triunfado en las Navas de Tolosa y los
árabes estaban más preocupados en sus rencillas internas que en el peligro que
les amenazaba. Los castellanos y leoneses se habían unido en una causa común:
la Reconquista de las tierras que aún permanecían en poder de los árabes.
Cáceres, la ciudad Cazires de los Almohades, estaba gobernada por un Kaid moro,
soberbio y orgulloso, cuyas defensas se basaban en la gran fortaleza que le
guardaba.
La ciudad, de origen
romano y fortificado más tarde por los habitantes que gobernaban en este
momento, estaba formada por inmensos alcázares y palacios donde vivían
plácidamente los nuevos califas. La gran ciudad, rodeada de torres defensivas
proporcionaba un gran aspecto de seguridad.
Alfonso
IX, se había empeñado en su conquista y los intentos que había tenido hasta
ahora, no habían sido nada fructíferos, pero había que buscar una nueva forma.
Para conseguirlo, reunió a sus mejores capitanes y destacó una embajada que
pidió ser recibida por el señor Alkaide de la fortaleza. La comitiva estaba
presidida por un valiente y apuesto capitán que presidía las negociaciones.
Éste, al comprobar que sus intenciones no eran compartidas por el gran Kaid,
instintivamente pensó en la compensación enamorando a su hija. El capitán
leonés pudo contemplar la gran belleza y sencillez de la princesa y sus ojos
debieron mostrar un espontáneo enamoramiento cuando su mirada no se apartaba de
la de la bella dama.
Cuando,
el capitán dio por fracasado el intento de rendición del padre y atravesando la
gran sala se dirigía a la galería principal, vio como se acercaba la aya de la
princesa y disimuladamente le entregaba un nota que decía: “Acude todas
las noches a la calleja de la Mansa Alborada y una dama te acompañará a mi
presencia”. El corazón del capitán latió aceleradamente, y temió que se tratara
de una trampa, pero la probabilidad de una aventura amorosa y el acercamiento a
la fortaleza del Kaid, hizo que su decisión fuera inmediata. Cuando llegó la
noche se acercó al palacio y vio que entre la maleza una dama mora le invitaba
al aposento de su señora.
La
Mansa Alborada era una tortuosa galería que aparecía entre las huertas de la
muralla y recorría un espacio subterráneo y oculto hasta llegar a los
interiores del palacio, el valiente capitán atravesó la calleja y pudo ver al
objeto de su amor. Estas visitas empezaron a sucederse todas las noches, la
princesa moría de amor por el cristiano leonés, mientras que la ciudad
procuraba no sucumbir al asedio del enemigo. El cerco iba estrechándose, pero
al gran visir, le sobraban las intenciones de seguir en su puesto, resistiendo
el cerco del enemigo.
Mientras,
los amantes continuaron en su aventura amorosa, noche tras noche, cuando el
capitán vio que la princesa estaba rendida a sus pies, logró que le diera la
llave de la galería subterránea, con la promesa de que sólo la utilizaría para
sus amores nocturnos, pero la intención del leonés no era otra que la de
penetrar en la inexpugnable fortaleza sembrando el desastre y la victoria
personal.
El
plan era el siguiente: las mesnadas cristianas atacarían la ciudad por varios
flancos, mientras él con un grupo de soldados escogidos, se presentaría en los
interiores del Alcázar: la victoria fue tan fácil como lo habían planeado.
El
Kaid descubrió la causa de la derrota e indignado acusó a su hija de traición y
le condenó, a ella y a todas sus doncellas, a permanecer en la subterránea
Mansa Alborada hasta que los hijos del profeta volvieran a conquistar la
ciudad perdida por su culpa, y para que nadie pudiera ayudarlas tabicó la
entrada y la salida que desaparecieron del paisaje.
Desde
entonces desde todos los rincones del gran palacio, hoy “Casa
de las Veletas”, se oyen hondos suspiros y llantos. Por el conjuro del poderoso Kaid, son convertidas sus quejas en piar de gallinas y polluelas, y no son pocos los que han sentido el espíritu de la mora por encima de la muralla convertida en gallina con polluelos de oro, que salen a dar una vuelta por los contornos en la Noche de San Juan.
de las Veletas”, se oyen hondos suspiros y llantos. Por el conjuro del poderoso Kaid, son convertidas sus quejas en piar de gallinas y polluelas, y no son pocos los que han sentido el espíritu de la mora por encima de la muralla convertida en gallina con polluelos de oro, que salen a dar una vuelta por los contornos en la Noche de San Juan.
1.- Señala las palabras que desconozcas su
significado.
2.- ¿Qué
es una leyenda?
3.- Saca
las ideas de cada uno de los párrafos de esta leyenda.
El
primer párrafo trata de …